A través de lo que se denomina "estaciones de aireación" se tomará el agua de la cuenca mediante un propulsor que la eleva y la devuelve oxigenada. Las dos primeras cascadas, de un total de seis previstas funcionarán del lado bonaerense.

En los próximos meses comenzarán a construirse en Avellaneda y en Lanús las primeras dos de las seis cascadas artificiales previstas, de acuerdo con un proyecto diseñado en 2013 por la Universidad de Buenos Aires, que AySA presentó ante el Banco Mundial.

El proyecto prevé que las "estaciones de aireación", que funcionarán a la vera del Riachuelo, tomen agua del curso, la bombean hasta cinco metros de altura y luego la dejen caer por estructuras escalonadas aportando al menos 2 mg/l de oxígeno.

La primera cascada se construirá en Avellaneda y fue adjudicada a la empresa Esuco S.A. La segunda será construida en Lanús. Habrá dos más en Avellaneda y Lanús, y dos en el distrito porteño.

Según contaron especialistas a La Nación, el objetivo es "alcanzar mejores resultados en términos de saneamiento y conformar una propuesta visual novedosa al ser incorporada al paisaje de la cuenca mediante su localización dentro de un sistema de parques temáticos ambientales. Allí se implementarán programas de control, salud, seguridad y monitoreo para sostener el cuidado y la restauración del área y la salud de la población".

Crédito foto: AySA